
Uruguay volvió a jugar en la Copa de 1930 un lunes, el 21 de julio, tres días después de su debut, el viernes ante Perú. Otra vez en el Estadio Centenario, con cambios, con mejor rendimiento, con goleada y con clasificación a semifinales. El 4 a 0 ante Rumania resultó lapidario y concluyente. La máquina celeste ahora si engranaba y acumulaba elogios.
Eduardo Gutiérrez Cortinas, en el número 148 de Estrellas Deportivas, recuerda aquel día. ” Jamás se hubiese soñado un cambio tan radical en el equipo celeste. El equipo que derrotó a Rumania 4 a 0, con ( Peregrin) Anselmo de eje delantero y en una tarde maravillosa e inspirada, dejó un recuerdo imborrable. Uruguay sabía que el partido era importante y en el tiempo tiempo ganaba ya por los cuatro goles y transformó el segundo en un entrenamiento ”
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