Con el reciente y puntual estreno de la firma estadounidense Nike en la camiseta del seleccionado nacional en la Copa América de 2024, consideramos que es un buen momento para repasar la historia de las empresas proveedoras del combinado a lo largo de la historia.
Uruguay lució Nike por primera vez y se suma a la larga lista de prestigiosas marcas que se han asociado a la Celeste.
1992 fue un año complejo para el seleccionado nacional. Plagado de luces y sombras, se redujo al enfrentamiento entre los “repatriados” (aquellos futbolistas orientales que actuaban en Italia) y el entrenador Luis Cubilla y a la gran cantidad de encuentros amistosos programados de cara a la Copa América de 1993 y, lo más importante, las Eliminatorias rumbo a la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994.
En total, en aquel año se jugaron 10 partidos amistosos, pero no amistosos cualquiera: fueron juegos ante Brasil (dos veces), Argentina (vigente campeón de América y vicecampeón del mundo), Alemania (vigente campeón del mundo), Australia, Polonia, Ecuador, Costa Rica, Benfica de Portugal y Recreativo de Huelva de España (los dos últimos casos, internacionales tipo “B”).
La acción fue variada: se buscó mucha competencia y probar jugadores siempre intentando dejar en alto el prestigio celeste.
No. Los directores técnicos hasta mediados de los años treinta del siglo XX-con suerte- no eran lo que hoy conocemos.
En realidad, eran literalmente entrenadores, hombres que eran profesores de educación física en su mayoría-aunque no era algo necesariamente excluyente- y que se encargaban de ejercitar físicamente a los jugadores. En resumen, aquellos técnicos eran como los preparadores físicos de hoy.
Aunque parezca curioso, las alineaciones de los equipos las conformaban las comisiones directivas de los clubes, eventualmente con la palabra de algunos jugadores referentes, aunque estos lo que hacían principalmente era ordenar y dar las indicaciones en los partidos-concretamente, los capitanes-.
Los dirigentes sí intercambiaban con los entrenadores para conocer el estado físico y sanitario de los futbolistas y saber quiénes estaban en condiciones de jugar o no. En ciertas ocasiones, ese entrenador podía dar su opinión del equipo, pero no tenía ninguna potestad mayor.
Para Juan Ángel Miraglia el tiempo no existía. A su lado, a tan solo setenta y cuatro días de conmemorar los 103 años de su vida, se tenía una imprecisa sensación de inmortalidad. Estuve con él departiendo casi una hora el jueves pasado, 13 de junio. Entregué en sus manos el libro de mi autoría sobre los 100 años del triunfo de Uruguay en Colombes. Estaba sentado en la mitad de la cama tendida, frente a mí. Se lo dediqué antes sus ojos escribiendo lo siguiente:
“Al gran Juan Ángel Miraglia con la amistad de unos cuantos años”.
Lo tomó en sus manos, lo leyó sin recurrir a los lentes, y con su clara y potente voz, planteó una pregunta.
El miércoles 12 de junio en el salón de Eventos Especiales del Palacio Legislativo, se llevó a cabo la presentación del nuevo libro de Atilio Garrido denominado “Colombes. La historia secreta. Uruguay campeón mundial y oro olímpico”.
Cuatro años después de la resonante victoria de Uruguay en Colombes 1924 y la gira previa por España que totalizaron catorce triunfos de corrido, exhibiciones demostrativas de que el mejor fútbol del mundo se practicaba en el Río de la Plata, al llegar la cita olímpica de Ámsterdam el balompié rioplatense-con sus dos representantes- y el del cono sur al sumarse también la participación de Chile, asiste con la pretensión de confirmar que por esta parte del mundo había surgido un estilo de juego insuperable. Esa modalidad se basaba en el pase corto donde la pelota se jugaba “cortita y al pie”, como lo difundió Pedro Cea, el único futbolista que actuó en todos los partidos de Uruguay de 1924, 1928 y 1930.
Un trofeo que faltaba en las relucientes vitrinas de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) era el de la Copa del Mundo Sub 20. La Celeste había “coqueteado” con este título en el pasado, el cual se le negó hasta el 11 de junio de 2023, cuando en suelo argentino URUGUAY venció a ITALIA en la gran final del vigésimo tercer Campeonato Mundial Juvenil de la categoría. A continuación, el repaso y merecido homenaje a un año de la gesta conseguida por los Gorriones Celestes dirigidos por Marcelo Broli.
El 9 de junio de 1924, Uruguay conquistaba el Torneo de Fútbol de los Juegos Olímpicos de París, convirtiéndose en campeón del mundo por primera vez en su historia. Así fue presentado y reconocido por el máximo ente rector del balompié, que se encargó por primera vez de realizar un evento de estas características, en este caso dentro de los JJOO. La historia completa, detalle a detalle, a continuación. Para que no queden dudas (si es que quedaba alguna).
Te invitamos a revivir la final entre Uruguay y Suiza en un video restaurado y mejorado de la filmación oficial de aquella gesta. Imperdible. Disfrútalo.