Breve reseña de URUGUAY en la Copa América

Al acercarse la fecha de disputa de una nueva Copa América, resulta ineludible repasar la rica historia de la Selección Uruguaya en el certamen. La Celeste imprimió su huella ganadora en los mismísimos albores de esta contienda e indudablemente es una de las grandes protagonistas del balompié continental por su recorrido exitoso a través de los años. He aquí un breve resumen…

Los inicios

El Campeonato Sudamericano de Selecciones (como se denominó inicialmente el principal evento futbolístico para las escuadras nacionales de América del Sur) nació casi “sin querer”, allá por el año 1916. En el marco de los festejos por el centenario de su independencia, ARGENTINA organizó un torneo del cual formaron parte, además del anfitrión, los combinados de URUGUAY, BRASIL y CHILE. En medio del certamen, más precisamente el 9 de julio y en la ciudad de Buenos Aires; representantes de las asociaciones que participaron del mencionado cuadrangular se reunieron con el fin de analizar la idea integradora del dirigente uruguayo Héctor Rivadavia Gómez. La propuesta consistía en darle forma a una Confederación que agrupara a las federaciones de estos países y que pusiera a rodar la celebración regular de un campeonato de selecciones nacionales. En diciembre de aquel año, pero esta vez en Montevideo, se celebró el Congreso Constitucional que ratificó lo actuado en julio, dando origen a la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Volviendo a lo que refiere a ese campeonato inicial, cabe señalar que el mismo se llevó a cabo en un lapso de 15 días. URUGUAY hizo su estreno el 2 de julio goleando por 4 a 0 a la selección chilena en el estadio GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires), frente a unos 10.000 espectadores. José Piendibene e Isabelino Gradín, con sendos “dobletes”, fueron los autores de las conquistas charrúas. El segundo cotejo fue ante BRASIL, siendo por calendario el quinto del torneo. Los argentinos eran los líderes con 3 puntos (un triunfo y un empate), orientales y brasileños aparecían como escoltas con dos unidades y La Roja ya había culminado su participación con dos derrotas y una igualdad. Arthur Friedenreich abrió la cuenta a los 8 minutos de juego para La Verdeamarela, sin embargo, el team uruguayo supo dar vuelta el score con tantos de Isabelino Gradín y José Tognola, futbolista del extinto club Reformers.

Con este triunfo, URUGUAY llegaba al Clásico del Río de la Plata con ventaja de un punto sobre los organizadores, que cedieron una unidad en el juego con su par brasileño. La cita decisiva estaba fijada para el 16 de julio, pero los espectadores locales desbordaron las instalaciones del estadio GEBA, impidiendo el desarrollo de la brega e inclusive provocaron un incendio en las tribunas del mencionado recinto. Todo esto derivó en la suspensión del match, el cual se reprogramó para el día siguiente en el estadio del Racing Club de Avellaneda. El partido finalizó sin goles y, por ende, URUGUAY se proclamó como Campeón. Un detalle importante es que, si bien resultó ser el primer certamen de índole continental en Sudamérica, la Copa América (trofeo y distinción que se brinda al vencedor) recién se adquirió y se puso en disputa al año siguiente (reiteramos, aún bajo el rótulo de “Campeonato Sudamericano de Selecciones”).
El Ministerio de Relaciones Exteriores de ARGENTINA donó el trofeo a la CONMEBOL, cuya confección estuvo a cargo de la Casa Escasany, una joyería de origen francés radicada en Buenos Aires. Se trata de una copa de 75 cm de alto y 30 cm de diámetro, en cuya base de madera se encastran pequeñas placas de oro con el detalle del año y selección ganadora por cada edición.

Como decíamos anteriormente, este torneo no fue disputado oficialmente como Campeonato Sudamericano de Selecciones ni nuestra selección recibió el reconocido trofeo; no obstante, la CONMEBOL considera estos resultados como oficiales y por eso URUGUAY se consagró como el primer Campeón de América, siendo ésta la estrella número uno de sus 15 preseas continentales. El plantel ganador, que tuvo la conducción técnica de Alfredo Foglino (que también actuó como futbolista) era el siguiente: Miguel Benincasa (River Plate), José Brachi (Nacional), Francisco Castellino (Nacional), Pablo Dacal (Nacional), Juan Delgado (Central), Alfredo Foglino (Nacional), Isabelino Gradín (Peñarol), Rodolfo Marán (Universal), Jorge Pacheco (Peñarol), José Pérez (Peñarol), José Piendibene (Peñarol), Ángel Romano (Nacional), Cayetano Saporiti (Wanderers), Pascual Somma (Nacional), José Tognola (Reformers), Antonio Urdinarán (Defensor), José Vanzzino (Nacional), Manuel Varela (Peñarol) y Alfredo Zibechi (Wanderers). El peñarolense Isabelino Gradín fue el goleador del campeonato con 3 conquistas.

Más triunfos y una rivalidad marcada

Nuestro país acogió el evento al año siguiente, obteniendo el primer bicampeonato. Se repitieron los elencos de la primera edición y La Celeste arrasó frente a CHILE y BRASIL (ambas victorias por 4-0) y en el juego decisivo, celebrado ante 40.000 personas en el Parque Pereira, superó al team argentino por 1 a 0, gracias a un gol de Héctor Scarone a los 62 minutos. De ese modo URUGUAY fue campeón invicto, con puntaje perfecto y la valla en cero.
El siguiente torneo se desarrolló en territorio brasileño, concretamente en Río de Janeiro, y con los mismos cuatro protagonistas. BRASIL y URUGUAY culminaron su actuación igualados en 5 puntos, por lo que se decidió jugar un partido Final para dirimir el vencedor. Tras el 0 a 0 en los 90 minutos, se desarrolló un período de media hora de tiempo suplementario, donde la igualdad tampoco se quebró. En un hecho impensado, a las dos horas de juego que ya se llevaban disputadas se le agregó una prórroga de otros 30 minutos (recordemos que no había cambios en aquella época), hasta que a los 122 minutos Arthur Friedenreich marcó el gol del triunfo local.

En 1920, CHILE se hizo cargo de la organización, estableciendo a la ciudad de Viña del Mar como sede. La Celeste volvió a retomar la corona, tras empatar con ARGENTINA (1-1), aplastar a La Canarinha (6-0) y vencer en la última jornada a los chilenos (2-1) con dianas de Ángel Romano y José Pérez, ambos goleadores del campeonato con 3 tantos cada uno.
Un año después, ARGENTINA volvió a ser sede y en lugar de CHILE apareció la selección de PARAGUAY, que le daría el primer “dolor de cabeza” a los celestes tras superarlos por 2 goles contra 1 en el debut. Después derrotamos a BRASIL con “doblete” de Ángel Romano y en la fecha final caímos ante ARGENTINA, que ganó debido a un gol de Julio Libonatti, a la postre el goleador del certamen.
La Albiceleste lograba su primer título emulando al URUGUAY de 1917: fue invicto, ganó todos sus juegos y no recibió goles.

Corría el año 1922 y BRASIL conseguía su segundo título, nuevamente jugando en casa. Fue el primer torneo con 5 participantes y sirvió como parte de los festejos por el centenario de la independencia del país vecino. PARAGUAY, BRASIL y URUGUAY terminaron igualados con 5 puntos, por lo que se debía jugar un triangular para definir quién sería el campeón. Pero los orientales, en señal de protesta por el arbitraje del brasileño Pedro Santos en su cotejo contra PARAGUAY (que ganaron los guaraníes por 1-0), desistieron y ofuscados abandonaron la competencia. La Final quedó en manos de BRASIL que goleó por 3 tantos contra 0.

La revancha tendría lugar en 1923, cuando URUGUAY obtuvo su cuarta presea, de nuevo con puntaje perfecto. La contienda se desarrolló en el Gran Parque Central montevideano y los uruguayos doblegaron por 2-0 a guaraníes y albicelestes, además de triunfar por 2-1 en su juego frente a BRASIL. Pedro Petrone fue la gran figura, marcando un gol en cada partido. Nuestro país repitió la organización en 1924 y, como no podía ser de otra manera, revalidó el título. En esta oportunidad BRASIL estuvo ausente y CHILE regresó a la competencia. La Celeste aplastó a los trasandinos (5-0), luego superó a PARAGUAY (3-1) y el empate con ARGENTINA (0-0) les dio el primer puesto. Pedro Petrone volvió a ser una pieza clave y máximo goleador con 4 dianas. Este torneo se celebró entre octubre y noviembre, a posteriori de la consagración mundial en los Juegos Olímpicos de París.

URUGUAY faltó solamente a dos Copas América y la primera fue en 1925. La ausencia se debió a cuestiones políticas internas (era la época del cisma del fútbol uruguayo, que tuvo lugar entre 1922 y 1925). Esta resultó ser la edición más escueta, pues contó con solo tres participantes. Para darle una extensión mayor al evento, se jugaron dos rondas de partidos en Buenos Aires, culminando ARGENTINA como campeón. BRASIL y PARAGUAY fueron los otros participantes. La cita siguiente fue en CHILE y la selección de BOLIVIA hizo su primera presentación, que resultó bastante magra por sus cuatro derrotas y 24 goles recibidos. La actuación del team oriental fue totalmente lo contrario: recuperó el cetro con una performance magistral, logrando cuatro triunfos en los denominados “Campos de Sports de Nuñoa” en Santiago. La Celeste se impuso al local por 3-1, luego venció a su clásico rival rioplatense por 2-0 y cerró la campaña con dos enormes goleadas: 6-0 sobre La Verde del Altiplano y 6-1 contra La Albirroja. El chileno David Arellano fue el goleador del evento con 7 tantos, no obstante, Héctor Castro y Héctor Scarone tuvieron gran destaque, marcando 6 goles cada uno.

La edición de 1927 fue un cuadrangular entre ARGENTINA, URUGUAY, BOLIVIA y PERÚ, que hizo su debut y además hospedó el campeonato. El título se dirimió en el juego entre rioplatenses, donde La Albiceleste triunfó por 3 a 2. Dos años más tarde, los argentinos firmaron el bicampeonato en su feudo y URUGUAY terminó tercero entre cuatro equipos (solo pudo vencer a PERÚ y cayó a manos de paraguayos y argentinos). El dominio entre los seleccionados rioplatenses era muy marcado, disputándose por estos tiempos el liderazgo en América del Sur y, a su vez, alimentando constantemente la rivalidad clásica.

Nuevas conquistas y algunos vaivenes

Pasaron prácticamente seis años para que volviera a celebrarse el Campeonato Sudamericano y Los Charrúas brillaron en Lima. Héctor Castro le dio la victoria a nuestra selección frente al local y posteriormente Aníbal Ciocca marcó una “dopieta” para encaminar el triunfo ante CHILE. La faena se terminó de concretar el 27 de enero con la goleada sobre ARGENTINA por 3-0. En apenas 36 minutos, Héctor Castro, José Alberto Taboada y Aníbal Ciocca habían resuelto el match en favor de los uruguayos, que en esta oportunidad vistieron de rojo en lo que terminó siendo la obtención del séptimo lauro.

Sobre fines de 1936 comenzó a disputarse la decimocuarta edición del torneo continental, que culminaría el 30 de enero de 1937. Por primera vez se trató de un hexagonal que contó con la presencia de ARGENTINA (anfitrión), BRASIL, CHILE, PARAGUAY, PERÚ y URUGUAY. El desempeño celeste fue opaco en relación a las campañas anteriores, dado que perdió en tres ocasiones y solo ganó dos juegos. Se destaca el 3-2 sobre los albicelestes (que serían los campeones), donde se logró un transitorio 3 a 0 que luego los locales acortaron. Fue dolorosa la caída ante CHILE (0-3), así como una nueva derrota sufrida con PARAGUAY (2-4), que ya se convertía en nuestra “sombra negra”.

En 1939 los peruanos quebraron la historia y se quedaron con la copa en su país. ARGENTINA por primera vez no participó y BRASIL tampoco asistió. La escuadra que hizo su debut fue ECUADOR, que lastimosamente cayó en sus cuatro juegos. PERÚ y URUGUAY llegaron a la última fecha igualados en 6 puntos y definieron el título en el estadio Nacional de Lima frente a 40.000 personas. Jorge Luis Alcalde y Víctor Bielich sacaron ventaja para La Blanquirroja. Roberto Porta descontó a los 44 minutos, pero no se pudo revertir el panorama; desatándose el festejo para el pueblo inca.

La década del ’40 estuvo dominada por ARGENTINA, que ganó cuatro de los seis torneos celebrados, hilvanando el único tricampeonato hasta el momento (1945, 1946 y 1947). URUGUAY organizó la edición de 1942 y la ganó de punta a punta: 6 triunfos, 21 goles a favor y solo dos en contra. El último partido fue una victoria clásica ante La Albiceleste, en un estadio Centenario colmado por 70.000 espectadores que gritaron a rabiar el gol del triunfo marcado por Bibiano Zapirain. Integraban ese equipo, entre otros, Aníbal Paz, Obdulio Varela, Roberto Porta, Aníbal Ciocca, Schubert Gambetta y Severino Varela. La otra actuación relevante en este período fue el subcampeonato obtenido en 1941, donde culminamos detrás de ARGENTINA en el que fue el tercer certamen celebrado en CHILE.

Los laureles reverdecieron en 1956, cuando nuevamente fuimos país sede y campeones invictos (4 partidos ganados y un empate sin goles con BRASIL). Otra victoria por 1 a 0 sobre el clásico rival, con gol de Javier Ambrois, fue el corolario para un nuevo éxito. Luego llegaron dos consagraciones consecutivas de La Albiceleste (1957 y 1959) y en este último año se dio la curiosidad de que hubo un torneo extra sobre el mes de diciembre, que también se contabiliza como oficial. URUGUAY aprovechó la ocasión para firmar su décimo título con resultados estupendos: estreno con victoria 4-0 frente a ECUADOR, el elenco local, y dos resonantes goleadas sobre BRASIL (3-0) y ARGENTINA (5-0).
Por último, se empató con PARAGUAY (1-1) para quedar dos puntos por encima de los argentinos, quienes eran liderados por el goleador José Sanfilippo. En ese momento el palmarés indicaba 12 títulos para ARGENTINA y 10 para URUGUAY.

La Selección Uruguaya estuvo ausente en la copa celebrada en BOLIVIA, en el año 1963. Para sorpresa de todos, el conjunto del altiplano se quedó con el trofeo en donde venció, entre otros, a la selección argentina (3-2) y a la brasileña (5-4). Cuatro años después, nuestro país volvería a ser la sede del último Campeonato Sudamericano de Selecciones, ya que a partir de 1975 el certamen pasaría a llamarse “Copa América”. En la última fecha, uruguayos y argentinos debían enfrentarse y los visitantes corrían con un punto de ventaja. Por lo tanto, URUGUAY estaba obligado a ganar si pretendía un nuevo título. Pedro Virgilio Rocha fue el héroe oriental que batió al portero Antonio Roma a los 74 minutos de juego, otorgándole la victoria a La Celeste para llegar a lo más alto del podio.

Se instaura la Copa América

Pasaron ocho largos años para que la Copa América saliera a escena, con tres ediciones sin sede fija y con partidos de ida y vuelta. PERÚ se alzó con la edición de 1975 y PARAGUAY hizo lo propio en el año 1979. El recorrido de nuestra escuadra llegó hasta Semifinales en 1975 (caída global de 1-3 ante COLOMBIA) y en 1979 quedamos segundos en el Grupo C, dos puntos por detrás de los guaraníes, que terminarían siendo los campeones al derrotar en la Final a CHILE.

En 1983 sería el momento de un nuevo triunfo charrúa con este renovado formato. Los orientales ganaron el Grupo A que integraban CHILE y VENEZUELA. Ya en Semifinales debieron cruzarse con PERÚ, el vencedor del Grupo C. En la ida nuestra selección logró un importante triunfo de visitante por mínima diferencia, gracias a un gol de Carlos Aguilera. La revancha culminó con empate (1-1) y clasificación celeste. La gran Final fue contra BRASIL: el 27 de octubre Los Charrúas se hicieron fuertes en el estadio Centenario y “pegaron primero” con dos golazos. El primero de Enzo Francéscoli, de tiro libre; mientras que el segundo fue obra de Víctor Hugo Diogo, en notable maniobra individual. Curiosamente, éste fue el único gol anotado por el lateral derecho en toda su trayectoria con la selección. El cotejo definitorio se jugó en el estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía. Jorginho puso adelante a La Canarinha pero, a 13 minutos del cierre, un desborde y centro de Venancio Ramos encontró la cabeza del “Pato” Aguilera, que se coló entre los zagueros Marcio y Mozer para impactar el balón, marcar el empate y caer desvanecido por unos instantes. El “Uruguayos Campeones” volvía a sonar bien fuerte y los celestes daban su segunda vuelta olímpica oficial en suelo brasileño, tras la acontecida en el Mundial de 1950. A su vez, éste era el duodécimo título para “la garra charrúa”, que igualaba al conjunto argentino como el más ganador del continente.

Este logro depositó a URUGUAY directamente en las Semifinales de la siguiente Copa, que sería en ARGENTINA. Justamente tuvimos que medirnos con el anfitrión y actual Campeón Mundial, que era liderado futbolísticamente por nada más ni nada menos que Diego Armando Maradona. El 9 de julio, y en un nuevo aniversario de la independencia del país hermano, La Celeste se volvía a calzar el traje de “aguafiestas” y con tanto de Antonio Alzamendi eliminaba a los locales y grandes favoritos. La Final sería el 12 de julio ante CHILE, que en el otro cruce superó a COLOMBIA en el alargue. Este partido es recordado por el juego brusco de los chilenos, que ejecutaron una verdadera cacería contra Francéscoli que, curiosamente, terminó siendo expulsado a los 27 minutos. Pablo Bengoechea, luego de un rebote otorgado por el arquero Roberto Rojas tras un remate de José Batlle Perdomo, señaló el gol que equivalió a un título y a recuperar el liderazgo en el palmarés.

Dos años más tarde, URUGUAY se quedó a las puertas de un nuevo éxito, obteniendo finalmente el segundo lugar. Con un Rubén Sosa exuberante, que brilló en la victoria por 2-0 sobre ARGENTINA en fase final, el equipo dirigido por Oscar Washington Tabárez perdió el último duelo con el dueño de casa. El 16 de julio de 1989 y ante 170.000 personas, el estadio Maracaná recibía un BRASIL-URUGUAY 39 años después del “Maracanazo”. Esta vez el final sería feliz para los norteños, que ganaron con un tanto conseguido por Romário.

Los años ’90 y el último título en casa

En las siguientes ediciones los orientales no estuvieron a la altura de su rica historia. CHILE 1991 nos vio retirarnos invictos, pero eliminados en la primera fase por anotar menos goles que BRASIL. Luis Cubilla, el entrenador de turno, prescindió de los futbolistas “repatriados” (aquellos que militaban en clubes del extranjero) y el resultado no fue el mejor. Tres empates 1-1 (frente a BOLIVIA, ECUADOR y BRASIL) más una victoria por 1-0 sobre los colombianos no alcanzaron para acceder a la ronda final. Peter Méndez, que en ese momento defendía al Defensor Sporting Club, fue el jugador más destacado al convertir tres de los cuatro goles celestes.

En 1993 integramos el Grupo A junto a ECUADOR (anfitrión), ESTADOS UNIDOS y VENEZUELA. Era la primera vez en que se invitaba a dos selecciones de la CONCACAF (la otra fue MÉXICO) para conformar tres series de 4 equipos cada una. El debut fue en el estadio Bellavista de Ambato y terminó con una ajustada victoria sobre los norteamericanos, debido a un gol de Santiago Ostolaza. En el siguiente encuentro VENEZUELA nos dio un buen susto y terminamos empatando 2-2, para luego cerrar en la altura de Quito con derrota (1-2) frente a La Tricolor. Por Cuartos de Final empatamos 1-1 con COLOMBIA (gol de Marcelo Saralegui) y caímos vencidos en la tanda de penales. ARGENTINA fue la mejor en este binomio 1991-1993 y volvió a pasar al frente en el historial general.

Dos años después llegó el momento de celebrar otra Copa América en nuestro país, más precisamente la séptima, la cual por primera vez tuvo cuatro ciudades-sede: Montevideo, Maldonado, Paysandú y Rivera. Cumpliendo con el legado de varias generaciones, URUGUAY se quedaría con la gloria ante su gente. El equipo de Héctor “Pichón” Núñez empezó su camino triunfal con goleada 4 a 1 sobre VENEZUELA, para después vencer a los paraguayos con gol de Enzo Francéscoli. En la última fecha y con algunas variantes, URUGUAY salvó el invicto ante los mexicanos, que abrieron la cuenta a los 67 minutos a través de Luis García. Marcelo Saralegui estableció la igualdad a los 79’. En Cuartos de Final, Marcelo Otero y Daniel Fonseca anotaron los goles para el triunfo sobre BOLIVIA (2-1).

El match de Semifinales fue ante COLOMBIA, un equipo difícil que a pesar de fallar en el Mundial de USA 1994, tenía el antecedente de haber vapuleado en las Eliminatorias a los argentinos por 5 a 0 en Buenos Aires; por lo tanto, eran realmente una amenaza para cualquier rival. De todas maneras, Edgardo Adinolfi a los 51 minutos comenzó a encaminar la victoria charrúa, que Marcelo Otero selló a los 70’.
La Final se jugó el domingo 23 de julio de 1995 en el estadio Centenario, con un público estimado de 65.000 espectadores. BRASIL, Campeón del Mundo el año anterior, era el rival de turno. El elenco visitante se puso arriba en el marcador con gol de Túlio. En esa jugada, se iría lesionado el defensor uruguayo Tabaré Silva. En el complemento (minuto 51), Pablo Bengoechea ejecutó de forma magistral un tiro libre, dejando sin asunto al renombrado portero Taffarel. El juego continuó igualado y, por primera vez en la historia, la Copa se tendría que definir por penales. Vale recordar que los brasileños venían de lograr el éxito mundial por esta vía ante ITALIA. Sobre el arco que da a la tribuna Colombes fueron pasando los distintos ejecutantes. En el tercer penal correspondiente al Scratch estuvo el punto de inflexión: Fernando Alvez le contuvo el disparo a Túlio. Francéscoli, Bengoechea, José Herrera y Álvaro Gutiérrez no habían fallado.
En los pies de Sergio Martínez estaba la responsabilidad de abrazarse nuevamente con la gloria; y “El Manteca” no defraudó. URUGUAY ganó por 5 a 3 y de esa manera, ante sus hinchas, se coronó y festejó por decimocuarta vez, manteniendo el 100% de efectividad en lo que refiere a títulos continentales jugando en Montevideo.

Coqueteando con la gloria…hasta que llegó el año 2011

BOLIVIA fue la sede elegida en 1997 y La Celeste hizo una tibia defensa de su título. Compartió el Grupo B con el anfitrión, PERÚ y VENEZUELA. Los Incas doblegaron por 1 a 0 al conjunto dirigido por Juan Ahuntchain, que se recuperó ante La Vinotinto (2-0). En la última fecha se necesitaba una victoria ante el local, que jugaba en los 3.600 metros de La Paz. La hazaña no se dio y La Verde se quedó con los tres puntos a raíz de un gol de Julio César Baldivieso. BRASIL terminaría derrotando a los bolivianos en la Final y ganaría por primera vez un título continental fuera de su casa, el quinto de su cosecha en ese momento.

PARAGUAY albergó por primera vez la cita continental en 1999 y URUGUAY afrontó el torneo con una escuadra alternativa, bajo las órdenes de Víctor Púa, que sería relevado en el puesto por Daniel Passarella según lo acordado con la AUF. Los orientales avanzaron a Cuartos de Final como uno de los mejores terceros, con tan solo 3 puntos producto del triunfo 2-1 sobre ECUADOR, con “dopieta” de Marcelo Zalayeta. Los otros dos cotejos del Grupo C terminaron en derrotas: 0-1 frente a COLOMBIA y 0-2 con ARGENTINA. El siguiente rival sería La Albirroja, ganadora del Grupo A y favorita para llegar a Semifinales. Miguel Ángel Benítez sería uno de los protagonistas del encuentro. El delantero abrió la cuenta a los 15 minutos, pero Zalayeta empató a los 65’. Finalmente, el ganador se tuvo que definir por penales y nuestro equipo se lució en cuanto a la ejecución, convirtiendo los cinco remates. Pero Benítez no pudo con Fabián Carini en el cuarto disparo y esa fue la diferencia a favor de los celestes, que volvían a ser “la piedra en el zapato” para un conjunto anfitrión.

Algo similar ocurrió en Semifinales: empate 1 a 1 (esta vez con CHILE), cien por ciento de efectividad en nuestros penales y las manos de Carini conteniendo un tiro rival, en este caso fue el segundo remate a cargo de Mauricio Aros. En ambas tandas de penales, Federico Magallanes fue el encargado de anotar el gol de la victoria. Con un solo partido ganado “en cancha”, La Celeste llegaba a una nueva Final de América, pero enfrente estaba BRASIL, un gran equipo que contaba con figuras como Ronaldo, Rivaldo y Ronaldinho. Los norteños se quedaron con el título (victoria por 3-0) y sellaron su primer bicampeonato de la historia.

La edición del año 2001 se celebró en COLOMBIA y estuvo en duda hasta último momento, a causa de los problemas de seguridad y cierta inestabilidad que atravesaba el país. Tanto es así, que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió no enviar a la representación de su país para no exponer a la delegación a ningún riesgo. HONDURAS fue invitada a último momento para ocupar el lugar de los albicelestes.
La selección charrúa debutó en el Grupo C con escueto triunfo sobre BOLIVIA, con gol de Javier Chevantón. En la segunda jornada empatamos con COSTA RICA (1-1) y cerramos la serie con sorpresiva derrota a manos de HONDURAS (0-1). Avanzamos como uno de los mejores terceros y nuevamente hubo que medirse con Los Ticos, que se pusieron adelante en el marcador con tanto de Paulo Wanchope. Sin embargo, con un penal rematado por Rodrigo Lemos “a lo Panenka” y un potente tiro libre ejecutado por Pablo Lima, URUGUAY dio vuelta el score y avanzó a Semifinales. En dicha instancia, caímos por 2 a 1 con MÉXICO y el cierre del torneo fue con el cotejo por el tercer puesto, donde nuevamente nos vimos las caras con el elenco hondureño. El duelo culminó 2 a 2 y Los Catrachos se quedaron con el bronce en los penales.

En las siguientes ediciones también alcanzamos las Semifinales (PERÚ 2004 y VENEZUELA 2007), sucumbiendo en ambos casos por penales y con la selección brasileña como verdugo. En la primera logramos el tercer puesto al derrotar a COLOMBIA (2-1) y en la otra finalizamos en el cuarto lugar, tras perder por 3 a 1 con el conjunto mexicano. Nuevamente en la edición de 2007 nos pusimos el traje de “aguafiestas”, al golear a La Vinotinto por 4 a 1 en el cotejo por los Cuartos de Final.

Un año después de la recordada campaña en el Mundial SUDÁFRICA 2010, llegaba la disputa de la Copa América en suelo argentino. Como en 1916 y 1987, URUGUAY volvería a dar la vuelta olímpica y se cargaría al anfitrión.
Luego de avanzar como segundos del Grupo C (empates 1-1 con PERÚ y CHILE, más una victoria por mínima diferencia sobre MÉXICO); la escuadra dirigida por Oscar Washington Tabárez se enfrentó en el estadio popularmente conocido como “El Cementerio de los Elefantes” a la selección local. Diego Pérez abrió la cuenta a los cinco minutos y Gonzalo Higuaín empató a los 17’. El dominio estuvo del lado argentino, con un Lionel Messi muy inspirado comandando los ataques. URUGUAY aguantó a pie firme, con una notable actuación de su defensa, especialmente del arquero Fernando Muslera. Tras la prórroga (no siempre utilizada en la Copa América), se llegó a los penales y allí La Celeste volvió a tener una tanda perfecta de 5 goles en 5 tiros; en tanto Carlos Tévez falló (o, mejor dicho, Muslera adivinó y atajó), provocando el delirio oriental en Santa Fe luego de la última conversión de Martín Cáceres.

PERÚ fue el rival en Semifinales y los orientales ganaron con doblete de Luis Suárez, a la postre elegido como el Mejor Jugador del Torneo. Y en la Final, nuestra selección arrasó a una desgastada selección paraguaya, que llegó a esta instancia sin ganar un solo juego (5 empates y dos triunfos por penales en la fase playoff). Luis Suárez y Diego Forlán por dos redondearon un cierre de campeonato fantástico, para alcanzar la decimoquinta corona y encaramarse en el primer lugar del historial.

Altas expectativas, bajos rendimientos

Las últimas actuaciones no fueron para nada destacadas, a pesar de contar con un buen potencial como para pelear más arriba. En CHILE 2015 quedamos eliminados por el local en Cuartos de Final, en un partido signado por el triste episodio protagonizado por Claudio Jara y Edinson Cavani. Un año después se celebró una edición especial en los ESTADOS UNIDOS, conmemorativa de los 100 años de aquel primer evento celebrado en ARGENTINA. Por primera vez, la Copa tuvo 16 participantes (a los 10 de CONMEBOL se sumaron 6 de CONCACAF) y La Celeste quedó eliminada en la primera fase, en un grupo que a priori era accesible (estaba integrado por MÉXICO, VENEZUELA y JAMAICA). Estos últimos certámenes le correspondieron a CHILE, que por primera vez se consagró como campeón y lo hizo por duplicado.

BRASIL volvió a ser el mejor en su Copa del año 2019, que tuvo invitados asiáticos como JAPÓN (ya había participado en 1999) y QATAR. Los Charrúas ganaron el Grupo C con dos victorias (4-0 a ECUADOR y 1-0 sobre CHILE) y un empate a dos frente a los nipones. En la siguiente ronda se midieron con PERÚ, equipo al cual dominaron. Para este certamen se implementó el uso del VAR y URUGUAY vaya que lo padeció, ya que le anularon tres goles (alguno de ellos bastante polémicos) por el trazado de líneas que sentenció posiciones adelantadas de carácter milimétrico. Lo cierto es que el cero no se rompió y en los penales el único que no pudo convertir fue Luis Suárez, por lo tanto, Los Incas avanzaron y llegarían a la Final con La Canarinha; donde perdieron por 3 a 1.

La última edición iba a realizarse en el año 2020 y en forma conjunta por parte de ARGENTINA y COLOMBIA; y tendría a las selecciones de QATAR y AUSTRALIA como invitadas. Sin embargo, por el brote del COVID-19 el torneo se pospuso un año y la sede finalmente fue BRASIL, únicamente con los representantes de CONMEBOL. El local no pudo mantener el 100% de eficacia que llevaba en el certamen y perdió la Final con ARGENTINA, siendo éste el primer y ansiado título oficial de Lionel Messi con su selección mayor. Así, los albicelestes nos igualaban en la cima del historial con 15 Copas. En cuanto al rendimiento de URUGUAY, no terminó de convencer y naufragó nuevamente en los Cuartos de Final. Tras quedar en el segundo escalón del Grupo A con 7 puntos, el cruce inmediato fue con la selección colombiana. En un partido parejo, levemente favorable para el bando cafetero, los equipos no se sacaron ventajas y de nuevo nos dejaron afuera en los penales.

SÍNTESIS (período 1916-2021)

  • Participaciones: 45 de 47 ediciones.
  • Títulos: 15 (1916, 1917, 1920, 1923, 1924, 1926, 1935, 1942, 1956, 1959*, 1967, 1983, 1987, 1995 y 2011). *1959: Sudamericano “Extra”, considerado como oficial.
  • Subcampeonatos: 6 (1919, 1927, 1939, 1941, 1989 y 1999*). *URUGUAY recibió la Copa BOLIVIA en esa edición, la cual se entrega desde el año 1997.
  • Medallas de bronce: 9 (1921, 1922, 1929, 1937, 1947, 1953, 1957, 1975 y 2004).
  • Tabla histórica: 2° puesto con 374 puntos (206 PJ, 112 PG, 38 PE, 56 PP, 410 GF y 222 GC).
  • Máximos goleadores: Severino Varela (15 goles), Héctor Scarone (13 goles), Roberto Porta y Ángel Romano (12 goles cada uno).
  • Jugador con más partidos disputados: Ángel Romano (23 partidos).
  • Mayor goleada: URUGUAY 9 – BOLIVIA 0 (PERÚ 1927).
  • Jugadores distinguidos como el Mejor del Torneo: Rubén Sosa (1989), Enzo Francéscoli (1995), Luis Suárez (2011). NOTA: este premio se entrega desde la edición ARGENTINA 1987.
  • Premio Fair Play: URUGUAY ganó este premio en las ediciones 2011 y 2021. NOTA: el premio al “Juego Limpio” se entrega desde la edición 2011.

Sudamericano Juvenil 1954: Uruguay, primero siempre

Los primeros campeones juveniles del continente. Parados, de izquierda a derecha: J. Rodríguez Andrade, Claro, Ramos, Davoine, Marichal y Roberto Sosa. Hincados, en el mismo orden: R. Cruz, Demarco, Laitano, Guaglianone y Mónaco.

Entre el 22 de marzo y el 13 de abril de 1954, se disputó el primer Campeonato Sudamericano Sub 20 de la historia. Y, como no podía ser de otra manera, la Celeste se consagró campeón en el estreno, tal y como había acontecido con la mayor en 1916. Como aquella vez, también en calidad de invicto.

En esta ocasión, Venezuela recibió el torneo inaugural que contó con nueve combinados nacionales, aunque con el siguiente detalle: no actuaron Argentina (invitada a un torneo mundial Sub 18 de la FIFA en Alemania Federal) ni Bolivia (con aviso previo) y sí lo hizo Panamá. Caracas fue la sede y el Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela fue el recinto que albergó todos los encuentros.

La concreción del primer Sudamericano se realizó a fines del año 1953 y, para ello, la Asociación Uruguaya de Fútbol nominó a Gerardo Spósito como entrenador. El profesional, exjugador de Peñarol, era el director técnico de la Tercera División del club, pero aceptó el desafío de seleccionar y comandar a los chicos de Cuarta División que se iban a vestir de celeste en Caracas.

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Juvenil 1958: Uruguay seguía siendo el único rey

Los campeones. Parados, de izquierda a derecha: Bergara, Quimpos, Gutiérrez, Endériz, Benítez y Ruben González. Hincados, de izquierda a derecha: Carranza, Dimitrio, Salvá, Mederos y Roberto González.

Entre el 13 de marzo y el 2 de abril de 1958 se disputó en Chile el segundo Sudamericano de selecciones Sub 20 tras el torneo inicial celebrado en Caracas en 1954 y que fue obtenido por Uruguay.

En esta nueva ocasión, los celestes volverían a marcar supremacía a nivel continental conquistando su segundo galardón al hilo y, nuevamente, de forma invicta.

El formato consistió en una rueda de todos contra todos entre los seis combinados intervinientes: los orientales, Argentina, Brasil, Chile, Perú y Venezuela. Las ciudades sede fueron Santiago de Chile y Valparaíso.

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